El precedente de la Suprema Corte de Justicia de la República Dominicana sobre el “tercer envío”: análisis doctrinal y repercusiones procesales

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La Suprema Corte de Justicia (SCJ) de la República Dominicana, en su sentencia SCJ-SR-24-0188 de 29 de noviembre de 2024, emitida por las Salas Reunidas, marcó un hito jurisprudencial al prohibir el llamado “tercer envío” en casación. La decisión estableció que, cuando un litigio ha sido ya devuelto en dos ocasiones a instancias inferiores, la Corte debe resolver el fondo mediante un fallo directo, cerrando definitivamente el ciclo procesal. Este viraje tiene una trascendencia singular: no solo redefine los contornos del recurso de casación en el ordenamiento dominicano, sino que también introduce un correctivo frente a la dilación excesiva de los procesos.

El objetivo de este ensayo es analizar el contenido del fallo, su fundamento legal, la doctrina procesal que sienta y las implicaciones para el sistema judicial dominicano, tanto en términos de eficiencia como de garantías procesales.

Contexto normativo del recurso de casación

El recurso de casación en la República Dominicana está regulado principalmente por la Ley núm. 2-23 sobre Recurso de Casación, promulgada en febrero de 2023. Esta ley introdujo reglas más estrictas para la admisibilidad y la resolución de los recursos, buscando equilibrar dos valores en tensión: la seguridad jurídica y la tutela judicial efectiva. En este marco, el artículo 78 de la Ley 2-23 dispone expresamente que no procede un tercer reenvío. En caso de que un asunto llegue a esa instancia, la SCJ debe resolver el fondo, evitando así la perpetuación indefinida de litigios (SCJ 2024). Antes de esta disposición, la práctica judicial permitía múltiples reenvíos, lo que producía ciclos procesales de larga duración y cuestionaba la eficacia del sistema.

La decisión SCJ-SR-24-0188

La sentencia de las Salas Reunidas resuelve un asunto que había atravesado ya dos ciclos de casación y reenvío. Al conocer el caso en su tercera llegada, la Corte enfrentó la disyuntiva de continuar con la tradición de devolverlo a instancias inferiores o aplicar de manera directa la disposición del artículo 78. La SCJ optó por la segunda vía, señalando que la prohibición del tercer reenvío es categórica y que, por ende, la Corte estaba compelida a emitir un fallo de fondo. En consecuencia, anuló lo que consideró viciado en las decisiones anteriores y, en el mismo acto, dictó sentencia resolviendo el mérito del litigio. Lo relevante no es solo la decisión concreta, sino la construcción doctrinal que la acompaña. La Corte fundamentó que el fallo directo no vulnera el debido proceso siempre que las partes hayan tenido oportunidad plena de presentar pruebas y alegatos en instancias anteriores. Asimismo, indicó que el rol de las Salas Reunidas es precisamente garantizar la uniformidad y cierre definitivo de los ciclos casacionales (Suprema Corte de Justicia 2024).

Doctrina fijada por la SCJ

El fallo establece tres principios doctrinales de enorme envergadura:

Prohibición absoluta del tercer reenvío. Una vez que un caso ha sido reenviado en dos ocasiones, la SCJ tiene la obligación de resolver el fondo.

Competencia de las Salas Reunidas. El caso debe ser conocido por el pleno de las Salas Reunidas, reforzando así la idea de que la cuestión reviste trascendencia y requiere uniformidad jurisprudencial.

Fallo directo. La Corte puede dictar una sentencia que combine la anulación de lo viciado con la resolución del mérito, sin necesidad de convocar nuevas audiencias, salvo que lo considere indispensable para la garantía de derechos.

Estos elementos configuran una nueva técnica de decisión en casación, alineada con modelos procesales comparados que priorizan la economía procesal.

Implicaciones procesales y sociales

Reducción de la dilación procesal

El impacto más inmediato es la disminución de la duración de los procesos. Antes del precedente, existían litigios que podían prolongarse durante más de una década debido a múltiples reenvíos. La decisión corta de raíz esa posibilidad y obliga a la SCJ a clausurar el conflicto en un máximo de tres ciclos.

Refuerzo de la seguridad jurídica

La seguridad jurídica se ve fortalecida en la medida en que las partes tienen la certeza de que, tras un segundo reenvío, el asunto recibirá una decisión definitiva. Ello reduce la incertidumbre y desincentiva tácticas dilatorias.

Equilibrio con el debido proceso

Uno de los principales cuestionamientos a este modelo es el riesgo de que un fallo directo pueda vulnerar el derecho de defensa si las partes no hubieran tenido oportunidad plena de alegar y probar. La SCJ respondió a esta objeción argumentando que la posibilidad de defensa se agota en las instancias previas y que el fallo directo opera sobre un expediente ya consolidado (SCJ 2024).

Impacto institucional

Finalmente, la decisión contribuye a la consolidación de las Salas Reunidas como órgano de cierre definitivo. Esto refuerza su rol de garante de la uniformidad jurisprudencial y su capacidad de producir precedentes vinculantes.

Comparación con experiencias extranjeras

El modelo adoptado por la SCJ tiene paralelismos en otras jurisdicciones. En Francia, por ejemplo, la Cour de cassation también ha limitado históricamente los reenvíos múltiples, privilegiando el fallo definitivo en tercera instancia (Cadiet 2018). En América Latina, países como Colombia y Chile han experimentado reformas similares para evitar el desgaste procesal y fortalecer la seguridad jurídica (Uprimny 2015).

La adopción de este criterio en República Dominicana evidencia una tendencia regional hacia la eficiencia procesal y la uniformidad jurisprudencial.

Conclusión

La sentencia SCJ-SR-24-0188 de 29 de noviembre de 2024 constituye uno de los precedentes más significativos de la Suprema Corte de Justicia dominicana en los últimos años. Al prohibir el tercer reenvío y obligar al fallo directo, la Corte introduce un cambio estructural en la práctica casacional, alineado con los principios de economía procesal, seguridad jurídica y tutela judicial efectiva. Más allá del caso concreto, la decisión inaugura una nueva etapa en la cultura procesal dominicana, donde la prolongación indefinida de litigios deja de ser posible. Se trata, sin duda, de un paso firme hacia un sistema judicial más ágil, predecible y eficiente.

~ C. Constantin Poindexter Salcedo, M.A. en Inteligencia, J.D., Certificado de Posgrado en Contrainteligencia, certificación CISA/NCISS OSINT, Certificación DoD/DoS BFFOC

Referencias

Cadiet, L. (2018). La cassation en droit comparé: une étude sur la fonction de la Cour de cassation. París: Dalloz.

Suprema Corte de Justicia (SCJ). (2024). Sentencia SCJ-SR-24-0188, Salas Reunidas, 29 de noviembre de 2024. Santo Domingo, República Dominicana.

Uprimny, R. (2015). La tutela judicial efectiva y la economía procesal en América Latina. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.

Haitianos Entre Nosotros

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Según las cifras del Departmento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés), durante el mes de enero del presente año, los EEUU deportaron 2,185 nacionales haitianos hacía su país. ¿Por qué es entonces que el gobierno americano condena le repatriación de haitianos ilegales por la República Dominicana? ¿Acaso nuestra soberanía y el respeto por nuestras leyes tienen menos valor que las de nuestro vecino al norte?

El haitiano NO ES de ni parte de nuestra cultura. Es irrelevante que compartimos una isla y mucho menos que Almagro y su estirpe en la ONU imaginan una fusión de los dos pueblos. No hablamos patois aquí y  no hemos olvidado los atropellos de los haitianos durante su ocupación de nuestra tierra. Fusión. Jamás NUNCA aceptaremos una pendejada de semejante jaez. Fue un acto demasiado bondadoso la Ley 169-14 que oferta una vía legal para habitar en la Dominicana el haitiano. Los que no se aventajan de dicha ley merecen ser deportados sin demora. Igual, tampoco podemos tolerar que mujeres haitianas embarazadas entren el territorio nacional con el único fin de dar a luz. O sea para parir niños “ancla” que gozan de ciudadanía (cosa en contra del TC) o para aprovechar del sistema de salud dominicano, irregular es IRREGULAR y el aprovechmiento es otro atropello haitiano. La República Dominicana tiene sus propios problemas graves con la pobreza, falta de oportunidad educativa y profesional. No queremos NI PODEMOS encargarnos de Haiti

Danilo, manos a la obra, señor.

 

Insurance Firms Benefit When Women Lead

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The insurance industry employs about 2.7 million people in the United States alone. Women comprise about sixty percent of the industry. When insiders consider the history of insurance, many of us think of the Lloyd’s Coffee House in London, where groups of men gathered to discuss and later insure the ships that passed through maritime ports. By the early 1700s, Lloyd’s had become a thriving center for ocean marine insurance. It was however not until the mid-1800s that Lloyd’s considered opening itself to women’s participation.

A recent speech given by Inga Beale, Lloyd’s current CEO, describes her experience in insurance like this: “When I started my career in insurance over thirty years ago in London, I was one of very few females in the ‘City’ (the financial district of London) and women were not allowed to wear trousers!” While Beale believes that much has changed in thirty years, women still make up only a small percentage of the top tier management roles in the industry.

According to the Insurance Information Institute, women entrepreneurs now own one-third of the world’s businesses. A recent report by several big names in insurance estimates that spending on insurance by women will grow to between $1.45 trillion and $1.7 trillion by 2030, with half of those expenditures coming from ten emerging economies. Many of today’s female business owners are aware and sensitive to this fact. They look beyond the producer or broker that they work with to ask, “Does this insurer truly embrace and promote diversity?”

While many consider insurance a male-dominated industry, according to the United States Bureau of Labor Statistics about sixty percent of the industry’s employees in the United States are female. Although this is a significant percentage a 2012 study conducted by Saint Joseph’s University Academy of Risk Management and Insurance found women held only six percent of the top C-suite positions and 12.5 percent of board seats in the 100 insurers studied. Eighty five percent of the companies had no female representation in their top management positions and twenty eight percent had no women on their boards.

In a recent poll conducted by the Insurance Industry Charitable Foundation (IICF), 98 percent of both male and female respondents felt there was gender bias in the industry. Though this may be true, women are slowly inching their way into positions of power. Companies that interface daily with customers, such as insurance brokers and individual producers, tend to advocate and further gender diversity. Further, as women increasingly become entrepreneurs or buy businesses, they may seek female insurance professionals to assist them with their risk management needs. A recent American Express study of businesses in the United States revealed that there were nearly 9.1 million women-owned businesses in 2014. These enterprises employed 7.9 million workers with over $1.4 trillion in revenues. The industry cannot afford to ignore gender. The Harvard Business Review in 2009 estimated women made the decision in sixty percent of motor vehicle purchases. This is just one example of women’s significant influence on consumer buying power. Insurance coverage decisions will not be an exception.

A significant concern facing insurance carriers and brokerages is the aging demographic of today’s insurance professionals. Two recent studies found that the average age of insurance producers and brokers is between 56 and 59 years of age. Adjusters, who handle the industry’s claims are also aging with an average age of over forty. Young women are entering the industry in high numbers however to retain the “best and brightest” among these new entrants the industry must create incentives for this more diverse candidate pool.

The insurance sector has not been deaf to the diversity issue. It has responded with efforts to increase the number of women in management and support the development of talented women in the industry. In 2013, the Insurance Industry Charitable Foundation began the ‘Women in Insurance Conference Series’. The IICF holds regional forums focused primarily on female participation. The forums provide venues for participants to learn and network within insurance professionals. Leadership, business best practices and gender issues are the central topics. The forums also provide an opportunity for women businesspersons to meet other women who hold power positions in insurance.

Inga Beale advised women in her Lloyd’s speech, “Be bold! I’ve learned in my own career that quietly getting on with work is just not enough. Three elements are essential for your career development…PIE – that is Performance, Image and Exposure.” Further, “we know that to progress we must “Perform” and most firms around the world measure and give feedback on people’s performance at work. But there’s also the ‘Image’ element, how others perceive you, how you come across in business situations. Then there is the ‘Exposure’ piece, which is equally important for your career progression, It means getting exposure to the right people and situations within your organization and outside of your organization.” This is good counsel for businesswomen desiring to advance.

The pathway to deeper gender diversity and inclusivity in the sector continues to evolve at its own pace. As one insurance professional said recently, the women who enter the insurance industry today will not rise to the C-suite overnight. It will take time and hard work to change the industry’s entrenched management thinking that may, when deciding whom to promote, overlook women in favor of possibly less-qualified men. Many industry females feel they lack opportunities for advancement and confront significant obstacles to promotional opportunities. Through proper preparation and mentorship, assigning women to key roles where they gain valuable experience, having the opportunity to meet the right people in the right places, and as Inga Beale said, “encouraging women to continue their insurance education”, we will see more women break into the ranks of senior management.

~ Constantin Poindexter